El primer pueblo que quiero que conozcáis es donde he vivido durante 22 años y que aún puedo seguir viviendo y disfrutar de sus paisajes y rutas, es un municipio español de la provincia de Cáceres, Extremadura. Se localiza en la sierra de Tormantos, en las estribaciones de la Sierra de Gredos, en el Valle del Jerte, comarca del norte de la provincia muy conocida por su gran producción de cerezas. Se encuentra a unos 20 kilómetros de Plasencia. Se llama Casas Del Casatañar.
(CASAS DEL CASTAÑAR) |
En los alrededores del pueblo, se encuentra un cerro amesetado en cuya cima se percibe con nitidez el trazado de un muro de dimensiones sorprendentes llamado los Riscos de Villavieja. En uno de las sobresalientes rocas hay una cruz de hierro anclada en ella. Dicha cruz se llama "la cruz de Paula".
Os preguntaréis qué hace allí esa cruz y por qué se llama así, pues bien, hace ya mucho, mucho tiempo en las afueras de dicho pueblo, vivía una familia en una casita de campo. En ella vivía una niña de unos 12 años, llamada Paula. Un día su padre la mandó a por leche al pueblo. La niña obedeció a su padre y fue al pueblo. Pero Paula se entretuvo y se le hizo tarde. De camino a casa con un cántaro de leche en cada mano, se le aparecieron los lobos, que cuando tenían hambre bajan por los caminos al pueblo a ver lo que podían cazar. La niña no pudo hacer nada, la atraparon y se la comieron. El padre de Paula, al ver que no volvía se temía lo peor. Fue a buscarla, pero ya era tarde, lo único que encontró fue los cántaros de leche tirados en el suelo. Su padre con el hierro de esos cántaros de leche, fabricó la cruz, que ancló en lo alto del cerro, para que todas las personas que la viesen, recordasen el peligro que corrían, si no tomaban precauciones.
Como todas las historias, tiene su parte de verdad y su parte de leyenda, aunque la cruz existe y la historia de ser comidos por lobos no es imposible.
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