Historias

martes, 31 de marzo de 2015

CASTUERA

Hoy os voy hablar sobre un municipio Español, perteneciente a la provincia de Badajoz, Extremadura. Cuenta con 6.675 habitantes, por lo que es la Villa más poblada de la Serena. Sus habitantes son gentes de trato fácil, de espíritu laborioso, emprendedores y perseverantes, de donde puedes tener un gran amigo, como lo tengo yo. El norte del municipio está ocupado por las aguas del embalse del Zújar, que junto con el embalse de La Serena, forman uno de los embalses más grandes de Europa.

( CASTUERA )


Este pueblo es conocido por diversos motivos:

En primer lugar podemos hablar de los turrones, donde los castueranos quieren que se reconozca Castuera como la cuna del Turrón al igual que Jijona (Alicante), ya que han logrado situarse en el mercado exterior, desde Rusia, Chile y China, hasta Bélgica y Estados Unidos. Las marcas más conocidas son "Dos Hermanos" y "Turrones Rey".



En segundo lugar podemos hablar sobre uno de los campos de concentración que hubo en los alrededores de Castuera, ya que fue uno de los pueblos más conflictivos de la provincia durante la Segunda República.
( PARTE DEL CAMPO DE CONCENTRACIÓN-CASTUERA )


En último lugar podemos hablar de su rica cultura romana, de sus fiestas populares como las Candelarias o de sus monumentos como "La Casa de las Sirenas".

El mito que hoy os quiero contar trata sobre Pedro de Valdivia, que aunque aún no se sabe ciertamente, nació en Castuera, ya que allí se encuentra "La Casa de Pedro de Valdivia" y da nombre a uno de sus colegios.
( FACHADA DE LA CASA DE VALDIVIA- CASTUERA)


A este respecto existe una tradición que, intenta revelar el valor de los varones de este ilustre apellido. 

Se dice que por aquellos parajes vivía una enorme serpiente, un reptil descomunal que campaba por sus respetos en todo el valle, llenando de horror toda aquella comarca. Era en vano que una y mil veces sus vecinos se hicieran firme y valiente propósito de buscarla y darle muerte. Apenas la divisaban, huían despavoridos y aterrados.
Hasta que un día, el Señor de Valdivia, harto ya de aquel huésped indeseable que despertaba tan enorme pánico en sus vasallos, hasta el punto de que los campos se encontraban abandonados y sin cultivar ya que no se atrevían a salir a labrarlos, decidió acabar de una vez y para siempre con la sierpe. A tal fin, reunió a todos su vasallos y colocándose al frente de ellos acompañado por su siete hijos, salió a buscarla.

Una vez que le dieron vista, a ella se fueron los Valdivia, sin dejar que el temor anidara en su pechos. Pero la descomunal serpiente, como si adivinara la intrépida bravura de aquellos valientes enemigos, los evitó, atacando a los vasallos que les seguían, a los que causó grandes pérdidas, haciendo huir despavoridos a los supervivientes.
Luego, se enfrentó a los Valdivia y en el combate cayeron muertos algunos de los siete bravos hermanos. Entonces, el más joven de estos, preso de la furia y ansiando tomarse cumplida venganza, se armó de su puñal y un tronco rugoso de roble. Al galope de su caballo, dejó atrás a cuantos le seguían y ya ante la serpiente cuando esta abrió su horrible y enorme boca metió en ella, a manera de cuña, el tronco. En tanto el reptil se debatía, metió mano al puñal y le asestó tan terribles tajos que acabó cortándole la cabeza.
Regresaron los vasallos, alborozados, con enorme alegría, aclamando a su señor, pero otra vez huyeron aterrados cuando apareció, sorpresivamente, otra enorme serpiente, sin duda la compañera de la que yacía muerta. Salió de una sombría caverna y acudía terriblemente furiosa. Pero el joven Valdivia, valientemente, no se echó atrás, le presentó cara y hábilmente con la sola ayuda de su puñal, dio muerte asimismo al segundo monstruo.

Enterado de la hazaña, el rey otorgó al joven Valdivia, la merced de que agregara a sus armas un rugoso tronco de árbol en cuyo extremo, mordiéndole, figurasen cabezas de las dos serpientes. Por lo general, en este escudo se pintan cabezas de dragones para dar mayor idea de la fuerza y monstruo. De doña Leonor de Guzmán y Valdivia, descendió el rey don Enrique II, con anterioridad Conde de Trastamara.


( ESTATUA DE PEDRO DE VALDIVIA- CASTUERA )

jueves, 12 de marzo de 2015

VALENCIA DE ALCÁNTARA

Hoy quiero que conozcáis Valencia de Alcántara, es un pueblo español, situado en la provincia de Cáceres, Extremadura, que comprende la villa del mismo nombre y varias pedanías como El Pino, las Huertas de Cansa o la Campiña, donde se encuentra un terrenito llamado "el Tapao" de un buen amigo mío. Posee el titulo de "muy noble, antigua y leal villa". Cuenta con más de 6000 habitantes, por lo que es el undécimo municipio más grande de la provincia y el más grande de la comarca de Valencia de Alcántara. Limita con Portugal y con la provincia de Badajoz, dicha cercanía con Portugal le dio una gran importancia histórica en la edad moderna. Entre 1644 y 1668 perteneció al reino de Portugal y se construyeron los monumentos más importantes de la localidad, si bien el sitio es más conocido por sus dólmenes prehistóricos.

(VALENCIA DE ALCÁNTARA, vista desde el mirador de la Ermita de los Remedios)


La historia que quiero contaros va acuñada a una de las festividades de la localidad, llamada la cruz de mayo.

Cuentan que el emperador Constantino se preparaba para librar una gran batalla, que parecía perdida, contra los Bárbaros. La noche de la víspera de la batalla, vio en el cielo una cruz iluminada que en su parte superior se leía un mensaje escrito en latín. Ese mensaje decía "con esta señal vencerás". El emperador mando construir esa cruz y la puso frente a su ejercito durante la batalla. Dándole éxito que tanto anhelaba, pero la cruz se perdió con tanta algarabía. Por tanto el emperador mando a su madre, santa Elena a Jerusalem para buscar la misteriosa cruz. A su llegada Santa Elena reunió a todos los sabios del lugar para averiguar el paradero de la cruz. Encontró varias cruces ensangrentadas, pero como no sabían cual era, mandó traer a enfermos, incluso a muertos y mediante pruebas , consiguieron encontrar la cruz que sanaba y resucitaba a los muertos.
(Cruz de mayo elabora por uno de los vecinos)

En la actualidad, la festividad se celebra de manera que cada vecino realiza su cruz, de la forma más llamativa posible, y la exhibe en la puerta de su casa. Al final de las fiestas la cruz más popular es la que se lleva el premio.



(Cruz de mayo elaborada por uno de los vecinos)



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